Renovarse es re-vivir
Estamos prontos a finalizar un período en la
conducción de la CEPA, que asumimos hace 8 años con un nutrido grupo de
compañeros de Argentina y América. Para mí fue un período de aprendizajes, de
trabajo en equipo, de viajes para conocer Grupos Espíritas y hacer nuevos
amigos que rápidamente se insertaron en la tarea.
Debo agradecer haber contado con compañeros muy
valiosos, dos de ellos muy cerca en el día a día: Gustavo Molfino y Raúl
Drubich, a los que admiro y con quienes me une la pasión por el conocimiento
espírita, y dos ex-Presidentes que nos acompañaron con verdadera sabiduría: Jon
Aizpúrua y Milton Medrán, siempre dispuestos al aporte generoso.
El sentimiento que resalto es de gratitud por la
oportunidad que me dieron de vivir esta experiencia. Agradezco especialmente a
mi esposa Mónica por sus sabias opiniones, por su generosidad en la contención
y en la dispensa por el tiempo para dedicarle a CEPA, demostrando su valoración
hacia la Organización.